Daniel Omar De Lucia
daniel_delucia@hotmail.com
(A “Nico” Robledo por su amistad sincera)
Anda el mundo dado vuelta, por las cosas que suceden
y está todo tan confuso, que pa’ qué te via contar
hoy la cosa está que arde por los cuatro cardinales
y hasta Cristo desde el cielo se pregunta: ¿Qué vendrá?
Dando vuelta por la tierra Gagarín viaja en un cohete
y San Pedro asombrado se pregunta: ¿Quién será?
es un siglo de locura, de Astronautas y de sabios
en un mundo enloquecido, por el mango, pa’ morfar.
(Pablo Echim; A la luna)
Resumen
La Argentina de comienzos de los años 60 del siglo XX era una sociedad optimista y devota de los avances científicos. Un país que había asistido con entusiasmo al comienzo de la era espacial vivida como el inicio de una nueva y promisoria era de avances tecnológicos que encaminaron al mundo por un derrotero de progreso acelerado. Pero a la vez era un país sumido en fuertes contradicciones. Una sociedad que, desde la caída del primer peronismo, asistía a una fuerte crisis de consenso con gobiernos civiles débiles y continuas crisis que derivaron en la instalación de gobiernos militares o gobiernos civiles controlados por los militares. Un país con un fuerte grado de conflictividad social y al creciente impacto del triunfo de la revolución cubana que agitaba la imaginación política a lo largo de todo el continente. ¿Cómo vivió la Argentina desarrollista del gobierno de Frondizi la noticia del primer vuelo tripulado al espacio el 12 de abril de 1961? Empresa llevada adelante por un país que, para la Argentina oficial, era sinónimo de antagonista ideológico a nivel mundial e inspirador del enemigo interno representado por el Partido Comunista. En las siguientes páginas nos proponemos analizar cómo impactó la noticia del vuelo orbital del planeta concretado por el astronauta soviético Yuri Gagarin en la Argentina que vivía bajo el imperio del Plan Conintes. Una Argentina atravesada por un fuerte movimiento huelguístico y por la movilización de la juventud y acechada por planteos golpistas y distintas formas de autoritarismo institucional. ¿Cómo recibieron la noticia de que la humanidad había “invadido” el espacio las mujeres y los hombres que desde el cono sur del planeta sentían estar asistiendo al nacimiento de un mundo nuevo?
Palabras clave: Yuri Gagarin, vuelo espacial, Partido Comunista, Plan Conintes.
Entre la órbita terrestre y la vuelta de la esquina
“Esos eran años de gran interés en los centros de trabajo por las luchas obreras y antiimperialistas en el resto del mundo y, por ejemplo, en abril de 1961, cuando Yuri Gagarin inició la carrera espacial, algunas fábricas argentinas pararon espontáneamente.” (Almeyra, 2021, p. 42)1. Con estas palabras recordaba el historiador y militante Guillermo Almeyra cómo se había vivido en Argentina la noticia del envió al espacio del primer vuelo tripulado de la historia el 12 de abril de 1961. La afirmación de Almeyra, a primera vista, un tanto sospechosa de pecar de demasiado entusiasta, fue el acicate para emprender la investigación que culminó con la redacción de este artículo. En él nos dedicamos a establecer el impacto del primer vuelo espacial tripulado de la historia en la Argentina de los días de la presidencia de Frondizi cuando el país asistía a la radicalización de la juventud bajo el impacto de la revolución cubana, a una creciente conflictividad obrera y social y a la paranoia anticomunista que caracterizo al gobierno de Frondizi.
En abril de 1961 Argentina vivía los vaivenes de un gobierno asediado por planteos militares frente a los que, en la mayoría de los casos, había decidido ceder. El ministro de economía era el conservador Álvaro Alsogaray y aplicaba un duro plan de ajuste. A la oleada de huelgas del primer bienio de su gobierno Frondizi respondió con el Plan Conintes. Un estado de excepción que permitía encarcelar sindicalistas y militantes de base, ejercer censura y proscribir fuerzas políticas. Miles de activistas sindicales y militantes políticos fueron encarcelados bajo el imperio del Plan Conintes. El Partido Comunista y el peronismo estaban clandestinizados. Las huelgas de gremios enteros disminuyeron en el año 1960 por efectos del estado de excepción, pero se seguían produciendo muchos conflictos parciales con la modalidad de paros sorpresivos, trabajo a reglamento, sabotajes, etc. Ante la política pactista de muchas conducciones sindicales crecía el protagonismo de las comisiones internas y seccionales conducidas por el activismo anti burocrático de base. En el otoño de 1961 el humor popular estaba caldeado por la carestía de la vida, por los numerosos cortes de energía eléctrica y por el mal funcionamiento de los ferrocarriles. Los primeros días de abril se habían producido fuertes disturbios en la estación Retiro cuando los pasajeros de un tren atacaron al personal ferroviario que se había declarado en huelga (Noticias Gráficas, 8 de abril de 1961, p. 12). El estudiantado, que había protagonizado la fuerte movilización por la defensa de la universidad pública y laica, también venía siendo protagonista de acciones de alto impacto. La propaganda oficial y los principales diarios agitaban un fuerte clima macartista y anti comunista.
Imagen 1. Portada Gagarin

Che, 20 de abril de 1961, núm. 12, p. 12.
No eran pocos los datos de la realidad que alentaban una reacción temerosa de ese tipo de parte del país oficial. En febrero de ese año la izquierda había dado un batacazo electoral ganando las elecciones de senador por la capital levantando la candidatura del veterano legislador socialista Alfredo Palacios. Esta candidatura fue sostenida por el Partido Socialista de Vanguardia, una escisión por izquierda del PSA, y apoyada por el PC y otros grupos de izquierda. Don Alfredo, viejo socialista liberal, se había embanderado de manera beligerante con la defensa de la revolución cubana para captar a la numerosa juventud que admiraba el proceso revolucionario que se estaba desarrollando en la mayor de las Antillas (Che, 17 de febrero de 1961, p. 4). Los primeros días de abril un fuerte discurso del consejero estudiantil Bernardo Kleiner, militante del PC, en el consejo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), defendiendo el proceso revolucionario cubano, provocó pedidos de entidades académicas y profesionales de una purga anti-izquierdista en el medio universitario (La Prensa; 10 de abril de 1961, p. 5). Habían sido fuertes los rumores de un golpe de estado liderado por el general Toranzo Montero, que había sido revelado de su cargo de comandante en jefe el 16 de marzo, sin que cesaran los rumores de una posible asonada militar (Che, 23 de marzo de 1961, p. 5). La actividad pública del gobierno, desde el día 10 de abril, se centró en la visita oficial del presidente italiano Giovanni Gronchi, que recorrió varias ciudades argentinas y a la que se le dio gran difusión y publicidad (Noticias Gráficas, 10 de abril de 1961, p. 5).
Atardecer de un día agitado
Desde el comienzo de la era espacial en octubre de 1957 la noticia de lanzamientos de satélites venía ocupando un lugar destacado en los titulares de la prensa argentina. Siempre en un tono celebratorio del progreso científico que significaban estas misiones espaciales. En ese contexto es que desde el día 11 de abril de 1961 los diarios porteños y del interior del país daban cuentas de rumores de que la U.R.S.S. había puesto un hombre en el espacio y lo había recuperado los encabezados. Algunos titulares del día fueron “Al parecer Rusia lanzó su primer astronauta”(La Razón, 11 de abril de 1961, p. 7), “¿Concretase la fabulosa hazaña?” Inminente anuncio ruso” (Noticias Gráficas, 11 de abril de 1961a, p. 1), “Moscú confirmaría el lanzamiento Hombre soviético al espacio” (Noticias Gráficas, 11 de abril de 1961b, p. 3; La Prensa, 11 de abril de 1961a, p. 1).
Estas noticias eran acompañadas de canónicas alusiones al “típico hermetismo soviético” en estas cuestiones. El 12 de abril, el día que se produjo efectivamente el vuelo orbital del Vostok I, tripulado por Yuri Gagarin, los diarios matutinos insistían, con más énfasis que los días anteriores, en el rumor de que un vuelo tripulado se había concretado y se decía que la noticia, aún no oficial, se había filtrado en el Daily Worker, el órgano de prensa del Partido Comunista británico (Clarín, 12 de abril de 1961, p. 2). Aprovechando la ventaja de ser órganos vespertinos los diarios Noticias Gráficas y La Razón dieron cuenta ese mismo día, a la tarde, la noticia oficial del primer viaje tripulado al espacio. Los matutinos tendrían que esperar hasta el día 13 de abril para informar oficialmente el acontecimiento, en un lugar destacado, y ocupando los principales titulares y varias páginas de información adjunta. Esa sería la tónica de los principales diarios argentinos esa fecha y durante los días siguientes para informar que la raza humana había “invadido” el espacio.
12 de abril de 1961
Comienza una nueva era
El hombre invade el espacio
Vuelta a la tierra de 108’
Yuri Gagarin. Piloto de la nave rusa concentra la curiosidad y la admiración mundial
Sano y salvo llegó a 302 kilómetros de altura y alcanzó una velocidad de 20.000 KPH Impresiones: El cielo es totalmente oscuro y la tierra tiene un color azul muy claro (Clarín, 13 de abril de 1961, p. 1)
Esta “invasión” al espacio mereció trece páginas en Clarín que fue el diario que más metraje le dedicó a la noticia y sus repercusiones. La cobertura del diario de Roberto Noble incluyó información sobre Gagarin y su perfil profesional, felicitaciones de distintos gobiernos (incluyendo el estadounidense) al gobierno de la URSS, repercusiones en distintos lugares del mundo (incluyendo el Vaticano), opiniones de científicos argentinos y extranjeros, noticias de festejos populares en Moscú, información sobre el registro del paso del satélite en centrales radiofónicas y observatorios astronómicos de todo el planeta y opiniones de gente de la calle. El tono general de la información fue mayormente elogioso y celebratorio, aunque no faltaron algunos balances que buscaron marcar la diferencia entre el reconocimiento del logro científico de la URSS y cualquier presunta aceptación de las virtudes de un régimen político reñido con los “valores occidentales”. En esa línea, aunque en tono pragmático, el presidente Frondizi, interpelado por los periodistas de la Casa Rosada el día de la noticia, respondió escuetamente: “Creo –dijo– que todo cuanto signifique un progreso científico es una ayuda para la humanidad” (Clarín, 13 de abril de 1961a, p. 12). El viernes el diario La Prensa informaba que Frondizi había tenido una civilizada audiencia con el embajador soviético que lo interiorizó en la misión cumplida por su país. El mismo diario informaba que un diputado oficialista proponía mandar una carta de felicitaciones a la URSS solicitando que el logro alcanzado fuera puesto al servicio de la paz (La Prensa, 14 de abril de 1961a, p. 2; La Prensa, 14 de abril de 1961b, p. 2). La Nación, que justo esos días estaba publicando unas crónicas de viaje a la URSS, de fuerte tono anticomunista, redactadas por la escritora Silvina Bullrich, le dedicó también varias páginas al viaje de Gagarin el día 13 de abril y días subsiguientes elogiando al acontecimiento. Así todo el diario de los Mitre no dejaba de incluir un apartado donde se inscribía el episodio en la puja espacial y militar entre Estados Unidos y la URSS (La Nación, 13 de abril de 1961a, p. 3). La Nación incluyó un artículo del principal experto en astronáutica de la Argentina, Teófilo Tabanera, analizando el vuelo espacial ruso (La Nación, 13 de abril de 1961b, p. 1). En la misma tónica informó que el paso de la nave Vostok fue captado por los observatorios de La Plata y Córdoba (La Nación, 13 de abril de 1961c, p. 3; La Nación, 13 de abril de 1961d, p. 3). La Prensa le dedicó menos espacio (cuatro páginas incompletas el dia 13) al viaje de Gagarin. El diario de los Gainza Paz no dejaba de resaltar la importancia científica del primer viaje tripulado al espacio, aunque incluía también algunos sueltos y comentarios tendientes a contraponer el progreso científico alcanzado por la URSS con el atraso en algunos aspectos de la infraestructura de ese país (red ferroviaria) y los rasgos autoritarios de su política interna (La Prensa, 17 de abril de 1961, p. 2). Por su parte en Clarín se cuela de manera oblicua algún dardo anti comunista. Comentando las reacciones que el vuelo del Vostok suscitaba, a lo largo del globo, le llegó el turno a Cuba. Luego de resaltar que el oficialismo castrista suscribía la opinión de que el logro soviético demostraba la superioridad del comunismo sobre el capitalismo menciona la opinión consonante de un obrero anónimo cubano. Pero a continuación recoge la opinión de “un sereno anti castrista” que sugiere que Fidel, junto con Kruschev y demás líderes comunistas harían bien en imitar a Gagarin y abandonar la tierra en una nave espacial. El mismo opinante agrega: “Resulta difícil creer que un pueblo que no puede fabricar una lámpara eléctrica decente, pueda realizar tales cosas”(Clarín, 14 de abril de 1961a, p. 2). A continuación, el mismo apartado, recoge la opinión de un farmacéutico porteño que opina que el mérito del vuelo al espacio es de los científicos nazis que los soviéticos habían puesto a trabajar para ellos al final de la segunda guerra mundial.
El vespertino La Razón, que como vimos le ganó la delantera a los demás, le dedicó un poco menos de espacio diario que Clarín ó La Nación a la noticia, pero la mantuvo como tema recurrente una semana larga. El tono del diario de los Peralta Ramos fue también celebratorio y reproduciendo el patrón de los otros diarios (Repercusiones internacionales, opiniones científicas, información oficial soviética, datos sobre la personalidad de Gagarin, aspectos técnicos del vuelo, futuros proyectos espaciales) pero agregándole algunas particularidades. En esa línea informó que tanto la mujer (La Razón, 13 de abril de 1961a, p. 1) como la madre de Gagarin (La Razón, 14 de abril de 1961b, p. 1) se habían enterado de la hazaña de su familiar por noticias de sus vecinos mientras hacían tareas del hogar.
En el vespertino porteño las noticias sobre el primer vuelo tripulado compartieron página con especulaciones sobre vida extraterrestres y otras hipótesis científicas arriesgadas bajo el título “¿Cómo son los seres de otros planetas?” (La razón, 12 de abril de 1961a, p. 2). Diario de línea fuertemente anti comunista La Razón no se privó de plantear algunas dudas sobre las intenciones soviéticas detrás de su programa espacial (La razón, 13 de abril 1961, p. 3). También dio cuenta de los planes norteamericanos para emular la hazaña rusa con noticias sobre la actividad en Cabo Cañaveral, fotos de maquetas de naves norteamericanas e imágenes de los astronautas seleccionados para el programa Mercury de USA (La razón, 16 de abril de 1961a, p. 5).
Imagen 2. Titular “Ahora, hombre a la luna”

La Razón, 15 de abril de 1961.
La veta anti comunista de La Razón también afloró por un lado menos previsible. El diario informó en sus sueltos, en tono simpático, que habían empezado a aparecer primos y tíos de Gagarin por el mundo. Uno en Brasil (La Razón, 14 de abril de 1961a, p. 1), otro en Chile (La Razón, 15 de abril de 1961a, p. 1) y una actriz francesa (La Razón, 15 de abril de 1961b, p. 1). Salvo el último caso los otros dos presuntos primos del cosmonauta eran, según se informaba, rusos blancos exiliados. Para no ser menos el 18 de abril, cuando empezaba a aplacarse la “gagarinmania”, apareció un supuesto tío abuelo de Gagarin que vivía en Argentina. Para hacerla completa el tío de Yuri, según el vespertino, era también un ruso blanco, homónimo del astronauta, y de yapa un príncipe boyardo que pretendía descender de la dinastía de los zares rurikidas. La nota venía ilustrada con una foto del “príncipe Yuri Gagarin” (La Razón, 19 de abril de 1961, p. 5). En una nota con declaraciones de Gagarin, con cierto sabor a chascarrillo periodístico, aparecida en Noticias Gráficas, el astronauta soviético “desmentía” ser descendiente de príncipes y que tuviera parientes en América del Sur. Llevado por su entusiasmo Noticias Gráficas afirmaba, en el mismo suelto con las declaraciones de Gagarin, que el próximo paso de los soviéticos era mandar a brevedad un hombre a la luna (Noticias Gráficas, 15 de abril de 1961, p. 3). La Razón fue más entusiasta aún y reprodujo comentarios de una entrevista a Gagarin donde éste se confesaba un entusiasta lector de Verne, aparte de los clásicos rusos, afirmaba que la exploración del espacio debe servir a la paz y expresaba su deseo de volar a Marte y Venus (La Razón, 15 de abril, p. 1). Clarín, para no ser menos, reproducía las opiniones de un médico ruso que afirmaba que en el espacio se envejecía más lentamente y proponía crear “sanatorios cósmicos” de donde los pacientes de enfermedades graves volverían curados y rejuvenecidos (Clarín, 15 de abril de 1961c, p. 4). Un poco más reflexiva la periodista encargada de la columna “Buzón confidencial” de Noticias Gráficas invitaba a que la humanidad, sin dejar de celebrar las maravillas de la exploración del espacio, se preocupase también que el desarrollo espiritual fuera parejo al desarrollo tecnológico (Moriello, 14 de abril de 1961, p. 9). Todo lo anterior sin privarse, tampoco este diario, de alguna que otra alusión a cómo se podía leer el acontecimiento en el marco de la “guerra fría” (Moriello, Noticias Gráficas, 14 de abril de 1961, p. 4). Es interesante ver como Noticias Gráficas, que compartía con La Razón, el carácter de diario más dedicado a un público popular, también cubrió ampliamente el acontecimiento en un tono celebratorio agregándole detalles anecdóticos o pintorescos. El siguiente titular y bajada de este mismo vespertino, del 12 de abril, resume toda una forma de entender el episodio del vuelo de Gagarin como un hecho disruptivo en la cotidianeidad a nivel mundial:
Conmoción en el mundoMomentánea paralización hubo en algunas ciudades; repercutió hasta en el tribunal que juzgó a Eichman. “Un triunfo de los satélites pesados” (Noticias Gráficas, 12 de abril de 1961, p. 24 )2
¿Cómo se reflejó la noticia en la prensa de izquierda?
En abril de 1961 el Partido Comunista sufría una serie de limitaciones en su actividad incluyendo numerosos encarcelamientos de militantes y cierre de locales por aplicación del Plan Conintes. No obstante, era una fuerza política que conducía gremios como la Unión Ferroviaria, UOCRA; químicos, madereros, tabaco, etc. y tenía fuerte presencia en la militancia de base de gremios como la UTA, textiles, metalúrgicos, carne, etc. El PC hegemonizaba el MUCS, una corriente formada por 19 gremios, y que aliada al sindicalismo peronista había conseguido la devolución de la CGT a los gremios en marzo de 1961. El órgano partidario Nuestra Palabra era de salida semanal. Como era de esperarse esta publicación cubría en tono entusiasta las noticias sobre los progresos soviéticos en la carrera espacial. Esa venía siendo su línea editorial desde el lanzamiento del Sputnik I en octubre de 1957. En su edición del 18 de abril de 1961 NP publicaba en su portada, la noticia del viaje de Yuri Gagarin en tono épico:
EL HOMBRE COMUNISTA EN EL COSMOS AL SERVICIO DE LA PAZ
El acontecimiento más grande de la historia humanaLa mañana del 12 de abril la agencia TASS informaba al mundo que la URSS había lanzado al espacio el primer astronauta. Cuando se hacía público Yuri Gagarin viajaba por el cosmos a 40.000 kilómetros por hora. Tras la estela de la nave circundaban el globo terráqueo la admiración, la emoción y el cariño de los pueblos hacia la patria del socialismo. Los cables que reproducimos más abajo traen en su texto la valorización de la magnitud del acontecimiento, que ha conmovido a los mejores hombres de ciencia del orbe y que ha elevado superlativamente el entusiasmo de los pueblos que ven acercarse cada día, tan célebre como el mismo “Vostok”. La fecha de la liberación humana, de la derrota del régimen capitalista, del triunfo de la sociedad socialista. (Nuestra palabra, 18 de abril de 1961, p. 1. Mayúsculas en el original)
A continuación, seguían cables de la agencia TASS, declaraciones de Krusvhev, reseñas sobre la figura de Gagarin y comunicados oficiales de CC de PCUS, reseñas sobre los antecedentes espaciales soviéticos desde él envió de los Sputnik y hasta algún recordatorio para la famosa perra Laika. Para Nuestra Palabra el 12 de abril de 1961 se había iniciado una nueva era para la humanidad. En algo en que el órgano comunista coincidió, aunque desde una lectura política diferente, con el enfoque parcial de parte de la prensa burguesa, es que los avances sostenidos en la exploración del espacio aventaban la posibilidad de una guerra nuclear entre los dos bloques políticos en que estaba dividido el planeta. El número siguiente de Nuestra Palabra incluyó noticias del proyecto de concejales comunistas de la capital para poner el nombre de Gagarin a una calle (Nuestra Palabra, 2 de mayo de 1961, p. 3). El órgano del PCA no eludió la polémica con la gran prensa. En ese sentido apuntó sus más gruesos cañones contra algunos artículos de los principales diarios porteños (La Nación, La Razón y La Prensa) que buscaban contrastar el impacto de la misión Vostok resaltando aspectos negativos de la realidad de la URSS. En opinión del órgano comunista La Prensa se llevaba la palma en materia de anti sovietismo. Le critican con dureza el artículo del diario de los Gainza Paz que hablaba de las deficiencias del sistema ferroviario ruso (Nuestra Palabra, 25 de abril 1961, p. 3).
La revista teórica oficial del PC, Nueva Era, le dedicó también bastante cobertura al viaje de Gagarin, ligándolo con la actividad espacial soviética desde 1957, en el número 3 se publicó el “Significado de la histórica hazaña soviética” (1961a, pp. 1-4) y en el número 4 “El dominio del cosmos y la economía” (1961b, pp. 39-45).
En cambio la noticia no tuvo igual presencia el tema en la revista teórica Cuadernos de Cultura dirigida por Héctor Agosti salvo con el artículo “Los sputniks y la religion” de Chifrin (1961, pp. 84-89). La revista Juventud, órgano de la Federación Juvenil Comunista (Fede), también reseñó de manera entusiasta el acontecimiento bajo el encabezado “Todo funciona normalmente” (Juventud, 24 de abril al 8 de mayo de 1961a, pp. 8-9) y con el pié de página “No tanta risa” (Juventud, 24 de abril al 8 de mayo de 1961b, pp. 8-9) pero con un estilo más de reseña simpática del hecho acercándose a la forma que los grandes diarios lo habían cubierto.
Por eso incluyo fotos de Gagarin desfilando por Moscú junto a Kruschev, el homenaje de los estudiantes de la Universidad Patrice Lumumba, opiniones de gente de la calle en Moscú, algún chascarrillo anti norteamericano y una serie de viñetas chistosas de inspiración espacial. En una de ellas una chica tomada de la mano de un astronauta le decía a la madre: “Mami vamos a tomar un helado a la luna y en rato estamos de vuelta” (Juventud, 24 de abril al 8 de mayo de 1961, pp. 8-9, pie de página ).
Tanto desparpajo no era óbice para dejar de resaltar que el episodio demostraba la superioridad tecnológica y científica del sistema socialista. También para resaltar la idea que el programa espacial soviético tenía como finalidad última fortalecer la distensión y la colaboración entre los países del mundo por encima de fronteras ideológicas. En esa perspectiva Juventud reproducía, bajo el título de Cara y Ceca dos citas, una de un documento del CC del PCUS y otra de un general norteamericano, para comparar intenciones:
CARA
Las realizaciones soviéticas no serán puestas al servicio de la guerra, sino al servicio de la paz y la seguridad de los pueblos. (Llamado del C.C. del Partido Comunista de la URR). (Sic)SECA
A decir verdad, considero que el poder total representado por la creciente fuerza soviética en el aero espacio, constituye tal vez la más grave amenaza de la historia del país (Gral. Thomas D. White, jefe del estado mayor de la US. Air Force). (Juventud, 24 de abril al 8 de mayo, p. 9. Negritas en el original)
Imagen 3. “El hombre comunista en el cosmos al servicio de la paz”

Nuestra Palabra, 18 de abril de 1961.
Por fuera del estricto campo del PC la revista Che, redactada por gente ligada a la juventud del Partido Socialista de Vanguardia, pero con alguna presencia comunista, publicó un artículo donde encomiaba el logro científico soviético a la vez que coincidía con muchas otras expresiones del momento que estos adelantos ayudaban a descomprimir la tensión entre las grandes potencias. No obstante, esta revista se hacía algunas preguntas sobre posibles aplicaciones de estos adelantos a aspectos más concretos de la vida moderna que, en la perspectiva de la publicación, sería lo que justificaría el esfuerzo económico y técnico para impulsar la exploración espacial. Che constata la existencia de opiniones en uno y otro sentido en el mundo científico internacional. La revista interrogó sobre los adelantos prácticos que significaba el viaje de Gagarin al prestigioso astrofísico argentino Oscar Varsavsky que resaltó la recuperación exitosa de la nave y el rescate sano y salvo de Gagarin no afectado por radiaciones u otros posibles daños. De todas maneras, Varsavsky aclaró que para poder apreciarse mejor los avances prácticos de la exploración espacial había que esperar que esta alcanzará un mayor punto de madurez y continuidad. Como parte de un clima de época llama la atención el siguiente párrafo de la nota de Che que se atreve a avanzar sobre el impreciso terreno de las especulaciones de vida humanoide en otro planeta:
Según sabios soviéticos esto ya se puede asegurar, y es también es casi seguro que los habitantes de esos mundos posean características humanas. Según los científicos soviéticos la conformación del hombre no es casual ni caprichosa, obedece a leyes universales válidas. (Che, 20 de abril de 1961, p. 13.)
El mismo entusiasmo por el comienzo de los viajes tripulados al espacio encontramos en Voz Proletaria, órgano del Partido Obrero Revolucionario-Posadista. Esta corriente, con cierta presencia en el medio sindical, expresaba una variante de trotskismo proletarista que propugnaba un “apoyo crítico” a las conducciones políticas de los llamados estados obreros. En esa perspectiva este órgano de prensa reprodujo, en su número de la segunda quincena de abril, la una declaración del Secretariado Latinoamericano de la Cuarta Internacional donde se saludaba el primer vuelo tripulado al espacio como una prueba de superioridad del sistema socialista sobre el capitalismo. Pese a lo cual el documento no omitía expresar una sospecha que la burocracia de la URSS en vez de potenciar este logro para fortalecer la lucha socialista a nivel planetario lo usaría como elemento de presión dentro de una política conciliadora con el imperialismo . En el número siguiente apareció una declaración más breve del Secretariado Internacional de La Cuarta internacional en la misma línea.3
[…] El primer vuelo cósmico no es solo una gran victoria de la ciencia y la técnica soviética. Es también un nuevo golpe al imperialismo en todo el mundo, a su confianza y su prestigio. Es un nuevo y poderoso aliento a las masas del mundo. Cuya imaginación, iniciativa y decisión de vencer reciben un punto estímulo. Es un nuevo impulso a la alianza entre los estados obreros y las masas coloniales en revolución, que vea en las conquistas de la ciencia soviética una imagen de las inmensas posibilidades que ofrecerá el futuro socialista de la humanidad. Es un nuevo aliento a las luchas, a la confianza en sí mismas, a las aspiraciones de las masas soviéticas y de los Estados obreros para el restablecimiento de la democracia socialista.
La conquista del universo por el hombre, iniciado por el primer Estado obrero victorioso de la historia, mientras el imperialismo en descomposición aún amenaza con una hecatombe nuclear, fortalece la decisión de las masas que luchan en todo el planeta por la destrucción del capitalismo y del imperialismo, por afirmar y asegurar la dignidad del ser humano, sus posibilidades de expansión ilimitadas, su felicidad, y por impedir la guerra suicida del imperialismo a través del único medio seguro: el derribamiento del régimen capitalista en todas partes […]. (Voz Proletaria, Primera quincena de mayo de 1961), Ante el primer vuelo Cósmico, (232), p. 3.
Diferente fue la posición de la otra corriente de identidad trotskista que tenía presencia en el medio obrero argentino en esos años. Palabra obrera, expresión de la corriente fundada por Nahuel Moreno, practicaba, en esos años, el entrismo en el heterogéneo y difuso espacio del peronismo de la resistencia. Su órgano homónimo, un boletín quincenal de factura modesta, no repitió el apoyo crítico de los posadistas al logro soviético. De hecho, no le concedieron espacio al viaje de Gagarin en sus páginas. Lo más que se aproximaron al tema es en un comentario irónico sobre la posición de las súper potencias sobre la agresión imperialista a Cuba:
Los votos en la UN, o las peroratas a Kennedy por parte de la URSS, son la triste contrapartida de la propaganda que Kruschev hizo constantemente, de poner al servicio de Cuba, los cohetes interplanetarios. (Palabra Obrera, 23 de abril de 1961, p. 1).
No obstante, es bueno aclarar que la corriente del trotskismo morenista no era completamente indiferente a un tema como las tensiones entre EE. UU y la URSS producto de los adelantos soviéticos en la carrera espacial. Este grupo entrista dentro del peronismo era fuertemente crítico de las corrientes “gorilas” que hegemonizaban la universidad reformista que venía de dar la lucha por laica y libre. En un artículo de comienzos de abril de 1961, vísperas de un congreso de la agrupación, se criticaba al modelo “cientificista” de la universidad “Risierista”. Se afirmaba que esta política universitaria estaba al servicio del imperialismo yanqui y sus necesidades del momento condicionadas por las ventajas que la URSS había alcanzado en la carrera espacial, particularmente, en el área de la defensa:
EE. UU ante el retraso considerable que ha sufrido en el terreno de la investigación técnica frente a la URSS, han dado un formidable impulso a esas tareas, no solo en el interior, sino también en todo el continente, y muy especialmente en nuestro país, porque contaba con un aparato universitario desarrollado. Ese es el secreto de las “donaciones” que realiza el Departamento de Estado yanqui, u organismos privados, para ciertos trabajos de investigaciones que casi siempre versan sobre problemas de energía atómica y vuelos interespaciales. (Palabra Obrera, 1 de abril de 1961, p. 4)
Por oposición la revista Nuestro Tiempo, publicada en Montevideo, pero en la que participaban argentinos (comunistas, socialistas de izquierda, trotskizantes) veía en la misión llevada adelante por Gagarin un episodio inscripto en una concepción prometeica de la historia de la humanidad. Luego de resaltar de que este logro fue posible por un desarrollo sostenido de distintas áreas de la ciencia (cibernética, matemática, tele mecánica, radiotécnica, química, física, biología, metalúrgica, fisiología, electrónica, etc.) llevado adelante por el trabajo interdisciplinario de los científicos y técnicos soviéticos producto de una sociedad sin clases y sin egoísmos, el editorialista sostiene:
Este triunfo de la ciencia abre a la humanidad horizontes sin límites. El hombre, ser pequeño y débil, que hasta hace poco vivía azorado por fantasmas y demonios, ha tomado definitivamente en sus manos las armas de la ciencia, que lo convierte en dueño de la naturaleza; el podrá dominar la tierra y el cielo, podrá cambiar el clima, podrá exterminar las guerras, las enfermedades, podrá penetrar en los íntimos secretos del universo. Alegrémonos de vivir en esta época de transformaciones en nuestro planeta, transformaciones a ritmo tan acelerado como nunca se había dado en la historia de la humanidad. Saludemos el futuro luminoso, el futuro del triunfo de la ciencia puesto al servicio del hombre, el futuro socialista. Como hombres y como marxistas nos enorgullecemos al poder llamar con emoción a Yuri Gagarin y al extraordinario equipo que con sus esfuerzos conjuntos ha hecho posible la hazaña, camaradas nuestros. (Nuestro Tiempo, abril-mayo de 1961, p. 4)
Imagen 4. Astronautas estadounidenses en ensayos en tierra

La Razón, 12 de abril de 1961.
Paros sorpresivos, piquetes y ausentismo escolar
El día 13 Clarín publicó bajo el título“También los porteños tienen algo que decir” una serie de opiniones recogidas entre gente común (empleados, profesionales, obreros, sacerdotes, comerciantes) sobre el primer vuelo tripulado del espacio. El obrero Justo Sajana comentó sobre el episodio: “Esta tarde lo conversamos con los compañeros del taller. Es una cosa demasiado grande. Me imagino la alegría del pueblo soviético. Hoy tendría que ser feriado en todo el mundo” (Clarín, 13 de abril de 1961b, p. 12). Así como en el taller que trabajaba Sajana se comentó, en charla de cumpas, el viaje de Gagarin en otros talleres la cosa venía más caldeada. Los diarios dan cuentas de varios paros sorpresivos, por aumento de salarios y otras demandas. El día 12 pararon sorpresivamente los astilleros del Riachuelo y se produjo un paro de cuatro horas en los talleres de Stamburd Motors (El territorio, 13 de abril de 1961, p. 2). Esa noche el tren que iba de Retiro a Del Viso se detuvo en Boulogne, donde los ferroviarios venían parando por sorpresa, desde hacía varios días, por falta de personal. Esta contingencia derivó en ruptura de vidrios y carteleras por los pasajeros ofuscados. Ese mismo día la Unión Ferroviaria, con fuerte presencia de militantes del Partido Comunista, anunciaba posibles medidas de fuerza a la brevedad (La Prensa, 13 de abril de 1961a, p. 15). En el día 11 se habían producido paros parciales en la seccional Alianza (Santos Lugares) y en la seccional Talleres del Ferrocarril Roca. La mañana del día 12 el tren que venía de General Alvear, Lincoln y General Villegas llegó con dos horas de retraso a Once debido a la niebla. Pero ese día los trenes suburbanos del ferrocarril Sarmiento también sufrieron demoras por un paro de señaleros (La Razón, 12 de abril de 1961b, p. 7). En los días siguientes hubo conflictos varios en el gremio de músicos, en la obra social de los empleados del ministerio de salud pública, en el editorial Codex, en el correo, etc. El 13 un congreso de Luz y Fuerza reunido en Santa Fe se declaraba en estado de alerta (La prensa, 14 de abril de 1961c, p. 26). Otro paro sorpresa que se produce en esos días es en la metalúrgica EMETA (Villa Urquiza) donde los 400 operarios paralizan la planta durante 48 horas pidiendo la reincorporación de siete delegados despedidos (Nuestra Palabra, 18 de abril de 1961a, p. 8). No solo se producen conflictos obreros. El día 13 cierran por tres días las farmacias particulares por el encarcelamiento de algunos dirigentes de las Cámaras de farmacéuticos que habían desafiado un nuevo régimen legal para el ramo. Los farmacéuticos recibirán la solidaridad de los estudiantes de Farmacia y Bioquímica de la UBA en cuyo seno el PC tenía fuerte presencia (La Razón, 12 de abril de 1961c, p. 7).
Pero sin duda el conflicto más importante que se produjo en los días que se supo la noticia del vuelo espacial tripulado fue el del gremio de transporte automotor (UTA). Este había sido decidido en una masiva asamblea del día 11 y debía comenzar el día 13. Los diarios del día 11 y 12 daban cuenta de febriles gestiones del Ministerio de Trabajo para impedirlo. El 13 los diarios matutinos informan de un comunicado de la conducción de la UTA que había suspendido la medida de fuerza. En un tono fuertemente agresivo la conducción sindical afirmaba que el paro había sido convocado por una asamblea irregular de 2,500 personas manipulada por “una mayoría de infiltrados comunistas” (Clarín, 13 de abril de 1961c, p. 4) La conducción “integracionista” de la UTA tomaba fuerte distancia de la medida. No obstante, el paro fue llevado adelante por las bases que paralizaron todo el transporte de trolebuses y colectivos los días 13 y 14 de abril (Che, 20 de abril de 1961b, p. 8).
Clarín evaluaba el primer día de paro como de acatamiento parcial, más fuerte en ómnibus, y un poco menos en trolebuses (Clarín, 14 de abril de 1961b, p. 14). La prensa calculaba que un 10 % de los colectivos, aproximadamente, circularon parcialmente manejados por sus dueños (La Prensa, 14 de abril de 1961d, p. 1).
Según Nuestra Palabra, el semanario del PC, el día 13 se paralizó el 80% del transporte y el día 14 el porcentaje fue mayor (Nuestra Palabra, 18 de abril de 1961b, p. 8). El paro incluyó ocupación de talleres y cabeceras de línea y mucho trabajo de difusión por el activismo. Lo anterior pese a la intervención policial, violenta en algunos casos, y a numerosas detenciones. Los diarios mencionan incluso incidentes entre huelguistas y crumiros. La huelga “salvaje” de los colectiveros fue un verdadero varapalo para la conducción burocrática de la UTA. Días después la revista de izquierda Che calificaba esta medida de fuerza de derrota del “integracionismo” como se autodenominaba a la política del gobierno de acordar un freno a las luchas con conducciones gremiales burocráticas.
Los conflictos de esos días no solo desafiaron a las conducciones burocráticas. También a las intimaciones oficiales. Otro conflicto importante de esa semana fue protagonizado por los obreros navales. El 14 y 15 pararon los obreros navales del Riachuelo y del puerto de La Plata siendo este último puerto una zona particularmente agitada por conflictos en ese año. La actividad fluvial venía siendo atravesada por conflictos en todo el país (La Razón, 15 de abril de 1961d, p. 2). No solo por los paros sorpresivos que desde hace días se realizaban en el Riachuelo. El trabajo de carga y descarga de los obreros de la Junta Nacional de Granos en el puerto de Rosario estaba parado desde comienzos de mes (La Prensa, 12 de abril de 1961, p. 12). Los trabajadores navales del Riachuelo y La Plata combinaban la estrategia del paro general, por uno o dos días, con paros sorpresivos en algunos talleres. Junto a demandas salariales incluían reclamos por el encarcelamiento de dirigentes gremiales. En un suelto de Noticias Gráficas del día 18 de abril se comentaba, en tono alarmista anticomunista, que los obreros del puerto habían empezado a “dejarse crecer la barba” (Noticias Gráficas, 18 de abril de 1961, p. 10). El 17 los mecánicos de Smata comenzarían paros escalonados en Siam Di Tella y Auto Unión de Santa Fe (Noticias Gráficas, 17 de abril de 1961, p. 5).
Imagen 5. Huelga de transportistas

Che, 20 de abril de 1961, núm. 12, p. 8.
Un conflicto gremial, a priori menos previsible, pero con mayor grado de politización se produciría en el ámbito educativo y se sumaría a un conflicto protagonizado por los estudiantes secundarios. Con motivo del paro de la UTA de los días 13 y 14 los diarios resaltaban que se había producido un fuerte ausentismo escolar que se acentuó más el segundo día de la huelga. Aparte de atribuir parcialmente esta situación a la falta de transportes los diarios señalan presiones de “personas ajenas” que recorrían las escuelas medias llamando a los alumnos a no entrar. A partir del día 14 los tabloides informan que en varias escuelas los alumnos están en huelga porque rechazan un sistema de promoción de materias que se quería imponer (La Razón, 14 de abril de 1961c, p. 11). A esto se sumó un conflicto de los docentes de escuelas técnicas para evitar el cierre de cursos nocturnos (La Prensa, 13 de abril de 1961b, p. 26). Conflicto particularmente fuerte en la ciudad de La Plata. A partir del lunes 17 los diarios acentúan su alarmismo ante esta mezcla de conflicto estudiantil y obrero del cual, sugestivamente, no informan en las columnas de noticias gremiales sino como una información aparte. El 17 se asegura que alumnos de escuelas técnicas platenses, en el marco del conflicto que se estaba desarrollando habían sido hallados difundiendo “propaganda subversiva” (La Razón, 17 de abril de 1961, p.6). El domingo 16 ya se había informado que la policía había desbaratado, de forma violenta, una cédula comunista en la ciudad de La Plata, integrada por jóvenes de ambos sexos que tenían en su poder numerosa propaganda comunista (La Nación, 17 de abril de 1961, p. 4). La Razón asegura incluso que se encontraron entre los papeles “ordenes de Moscú” (16 de abril de 1961b, p. 8). Un día después nos enteramos que una docente del Colegio Nacional Manuel Belgrano (Capital) sería objeto de un sumario ya que padres de alumnos del colegio la habían denunciado por usar en clase textos soviéticos (La razón, 18 de abril de 1961, p. 8).
Para esta altura la paranoia anti comunista que venía en crescendo desde los primeros días del mes se había incrementado. Al impacto de la huelga salvaje de transportes se sumó un episodio internacional que impactaría en la Argentina desplazando, parcialmente, el clima de “Gararinmania” que se vivía desde la tarde del día 12 de abril. Nos referimos al intento de invasión imperialista en Playa Girón (Cuba) producido el 16 de abril. Este episodio tendría un fuerte impacto en el medio local. Entre los días 17 y 21 de abril se producirían masivas movilizaciones juveniles anti imperialistas en Buenos Aires, La Plata, Rosario y otras ciudades argentinas. Estas incluyeron incidentes violentos y hasta algún atentado contra firmas norteamericanas (El Territorio, 18 de abril de 1961, p. 2). En esos días los principales diarios resaltan la preocupación del gobierno por la actividad “subversiva” y reproducen en sus páginas informes del ministerio de interior que hacían una reseña de las acciones restrictivas (clausuras, arrestos, etc.) que se venían llevando adelante contra fuerzas de izquierda desde la instauración del Plan Conintes (Clarín, 14 de abril de 1961, p. 1; La Nación, 16 de abril de 1961c, pp. 1 y 5) . En el mismo orden se prometía redoblar la dureza de la acción policial. En ese contexto se inscribe la noticia, tan dimensionada en la prensa, del desbaratamiento violento de la “célula comunista” en La Plata. Como parte de un clima de época señalemos que el sábado 15 de abril se desarrollaron en varios puntos de la ciudad (Parque Rivadavia, Barrancas de Belgrano, Parque Patricios, Plaza Italia) mesas redondas, con público, en el que abogados y dirigentes políticos discutieron la “legitimidad” del uso del derecho de huelga. Dividiéndose las opiniones entre los que defendían al derecho de la huelga, con pocas reservas, y los que lo calificaban de “medida extrema” cuyo “abuso” solo tenía como objetivo desarrollar una “Gimnasia Revolucionaria” (Clarín, 16 de abril de 1961, p. 8).
Imagen 6. Carnet de la Federación Juvenil Comunista con foto de Gagarin

Imagen facilitada por el autor del artículo
En un medio socialmente tan agitado como el que venimos analizando es interesante preguntarse por la incidencia de un episodio como el primer vuelo espacial en el humor social, inseparable de la conflictividad reinante, aunque con expresiones más difusas. En los diarios grandes, que tanto espacio le concedieron al vuelo de Gagarin, encontramos huellas de ciertas lecturas que hacía la “calle” sobre el episodio, aunque pasada por el filtro de los medios gráficos. El día 13, en una información sobre un desalojo de 300 familias en un conventillo de Monserrat, Noticias gráficas recoge la siguiente expresión de una de las mujeres desalojadas: “Un hombre en el espacio y nosotros en la calle” (Noticias Gráficas, 13 de abril de 1961, p. 15). Distintas lecturas de los conflictos y luchas de esos días no desdeñaron la oportunidad de buscar vincularlos con un episodio como el vuelo del Vostok. Desde una mirada poco favorable al paro de transportes el diario La Razón incluyó el día 14 el siguiente titular: “En momentos en que el Hombre da vuelta la tierra en 108 minutos, Hay personas en Buenos Aires que Tardan más tiempo en Viajar Desde Flores hasta Plaza de Mayo” (La Razón, 13 de abril de 1961c, p. 11. Mayúsculas en el original).
Esa contraposición entre progreso tecnológico y presunto atraso asociado al desorden laboral la repite el mismo diario al día siguiente en un cuadro titulado Le ganó a Gagarin. En él se ironizaba como, a causa del paro de colectivos y los cortes de tránsito por la visita del presidente de Italia, un supuesto vecino de Barracas, medio a pie, medio en taxi, había llegado a Palermo en 106 minutos. Aventajando por 2 minutos al cosmonauta soviético que había orbitado la tierra en 108 minutos (Noticias Gráficas, 14 de abril de 1961, p. 8). Lo curioso es que desde el otro lado del cerco político la revista de la Fede devolvía el guante apelando al humor porteño con un chascarrillo casi copiado del de La Razón.
Un verdadero alud humano –son las 18.30– se viaja de regreso al hogar. Se forman inacabables filas tras los fatídicos postes picados de números. Un hombre, paquete bajo el brazo para poder sostener el diario, interrumpe bruscamente la lectura.
– “¡Esto es una injusticia!” La cara roja de indignación.
Y ante la muda pregunta del que lo antecedía:
– ¡” Viajó a 28.000 kilómetros por hora y yo para llegar a Lugano le pongo una hora y media»
No le falta razón. (Juventud, 24 de abril al 8 de mayo de 1961c, pp. 8-9. Negritas en el original)
La Federación Juvenil Comunista y el camarada Gagarin
[…] la revolución socialista avanza rápidamente en el continente a partir de Cuba. La diferencia está en si la hace esta generación o llega aburridamente en una vuelta de cohete de Gagarin o de Titov. De cualquier manera llegará. (John W Cooke al Comandante Uturunco Alhaja; La Habana, 18 de agosto de 1961)
El 12 de abril de 1961, el día que Yuri Gagarin orbitó la tierra, no fué un día cualquiera para los jóvenes militantes del partido comunista. Ese día se cumplían 40 años de la fundación de la rama juvenil del PC argentino. El cuadragésimo aniversario le llegaba a la “Fede” en un momento que podía considerarse promisorio. Crecían las posibilidades de interpelación a importantes sectores de la juventud desde el espacio comunista y también, de forma un poco más acotada, la incorporación de adolescentes y jóvenes al espacio partidario. Con mayor peso en los frentes estudiantiles, secundario y universitario, la “Fede” venía ganando, desde unos años atrás, cierta presencia entre la juventud obrera y en los frentes barriales. Según los testimonios de la época la Fede resultaba ser un aparato bastante aceitado en el campo de la agitación y la propaganda. Siendo una de sus principales tareas llevar la propaganda partidaria en mano a los lugares donde se producían conflictos obreros o de otro tipo. Distintos testimonios recuerdan las tareas de propaganda, volanteando y distribuyendo folletos en los lugares donde se produjeron conflictos en los días siguientes al viaje de Gagarin. Isidoro Gilbert menciona como la Fede confeccionó un folleto sobre la hazaña de Gagarin, lo imprimió en una imprenta clandestina para repartirlo por toda la capital y el conurbano el día 14 de abril, segundo día de paro de transportes, de alto ausentismo en las escuelas y paros sorpresivos en trenes y otros ámbitos (Gilbert, 2009, pp. 389-390). El mismo 14 de abril, comentando la agitación del activismo en el paro de transportes, La Nación asevera: “Agreguemos que a varios de esos grupos revoltosos se le secuestró propaganda totalitaria” (La Nación, 14 de abril de 1961, p. 9). Lo mismo sostiene Clarín que menciona como la policía disolvió violentamente un piquete en Villa Devoto y apresó a un guardia de trolebús al que se le incautó un bolso que tenía un cachiporra y “propaganda comunista” (Clarín, 14 de abril de 1961d, p. 14). Las imprentas y mimeógrafos de la Fede habían estado muy activos. El miembro de la Fede y estudiante de arquitectura Uriel Jáuregui recuerda haber repartido esta propaganda con el elogio del vuelo espacial en las instalaciones de la Universidad de La Plata (Jáuregui, 2013, p. 166). Jorge Pérez, futuro miembro de las FAL (Fuerzas Armadas de Liberación) recordaba la admiración que esos días el viaje de Gagarin, unido al prestigio de los Sputnik, suscitaba entre los jóvenes de izquierda que admiraban a la URSS (Hendler, 2010, p. 35). El futuro empresario y abogado Luis Ovsejevich, también de una familia de militantes del PC, fue un poco más afortunado pues en sus memorias recordaba haber visto en la naciente TV la noticia del viaje de Gagarin (Ovsejevich, 2014, p. 80). Claro que a partir del fin de esa semana los sucesos de Playa Girón desplazaron el deslumbramiento por el viaje del Vostok del primer plano de la atención de la militancia como vimos. Los nombres de Gagarin y el Ché fueron galvanizadores de la militancia juvenil comunista y de izquierda en esos días tan agitados. Esa idea se expresaba en el número del 8 al 22 de mayo de Juventud, la revista de la FJC:
El 12 de abril un comunista llegaba al Cosmos. El 17 de abril una banda de contrarrevolucionarios invadía Cuba. Ambos hechos, próximos en el tiempo, también se relacionan si se trata de extraer conclusiones para saber qué tiempo y que época vivimos. Mientras un mundo avanza con fuerzas incontenibles e incorpora a la humanidad nuevas y trascendentales conquistas, hay otro mundo que no se resigna a su suerte y pretende –crimen y guerra de por medio– imponer la ley de la sobre la sociedad humana. (Juventud, 8 al 22 de mayo de 1961, p. 4)
El congreso de la Fede realizado los días 6 y 7 de mayo de 1961 no podía estar ajeno a esta atmósfera optimista. El número de mayo-junio de Forjador, una especie de boletín interno destinado a la militancia de la FJC, daba cuenta del clima que se vivía señalando que se hizo un balance de la participación de la juventud en las luchas obreras, agrarias, etc. miradas bajo la perspectiva de: “la proeza cosmonáutica de Yuri Gagarin y la ciencia soviética, por el triunfo heroico del pueblo cubano…” (Forjador, mayo-junio de 1961, p. 1). Por esos mismos días en un mensaje del dirigente comunista Victorio Codovilla dirigido a la FJC, dando orientaciones en su trabajo militante, se le dedica un párrafo al tema de los avances soviéticos en materia de exploración espacial como un elemento aprovechable en las tareas de propaganda. Codovilla resaltaba como desde el lanzamiento del primer Sputnik la difusión de los progresos en esa área habían sido un poderoso argumento para difundir las bondades del comunismo como sistema a los jóvenes. Llamaba a aprovechar la “avidez de conocimientos” de la juventud para potenciar la propaganda de tipo científico y tecnológico:
[…] quieren saber (los jóvenes) cómo la Unión Soviética pudo realizar la portentosa hazaña de colocar los sputniks en su órbita y como serán los interplanetarios del futuro próximo; quieren saber cómo se puede evitar la guerra y ganar la batalla de la paz; quieren saber cómo luchar para asegurar la libertad y la independencia de la patria y marchar hacia la sociedad socialista; y así de seguido. (Codovilla, 1961, pp. 15-16)
Poco después la Fede publicó un folleto titulado Conquistas a lo Gagarin. Por una XV campaña financiera de audaces resultados con pautas sobre la política a seguir en materia de recaudación y para captar nuevos militantes. Con el título y con su portada que incluía el dibujo de una nave espacial con dos astronautas la campaña estaba puesta bajo la advocación de la era espacial soviética. En los años siguientes la figura de Gagarin ganaría una fuerza simbólica central en la vida de las organizaciones de masas del partido y en particular de la juventud. La Fede tendría como iconos mayores de la mitología militante: al Ché (militante revolucionario internacional), a Jorge Calvo, un militante argentino asesinado durante el primer peronismo (miembro de base de la Fede) y a Yuri Gagarin (héroe del socialismo en el plano científico y tecnológico). Los carnets de miembro de la FJC incluirán la foto del primer astronauta de la historia. Futuro, el sello editorial del PC, publicó en 1961 Mi viaje por el espacio que llevará la firma del propio Gagarin libro que sería reeditado en varias ocasiones4. Antonio Berni evocó la figura de Gagarin en su cuadro El cosmonauta saluda a Juanita Laguna al pasar por el bañado de Flores (1961). El poeta egregio del comunismo argentino Raúl González Tuñón lo homenajeo (“Poema en la Órbita del futuro”) en su libro La veleta y la Antena (1969):
– ¡Quién sabe de qué sombra, de qué lucha tremenda, de qué vaga tiniebla silenciosa y errante– tal vez esté esperando esas voces lejanas de esta Tierra del hombre, de este mundo que un día fue también una estrella. Y las gentes en todos los países que caben en la inmensa diversidad del mapa,se miran, se interrogan, se hacen más amigas, graves fraternales.(González Tuñón, 1969, p. 62)5
Conclusiones
El tratamiento que la prensa porteña le dio al primer vuelo tripulado al espacio fue, en líneas generales, bastante unitario. En ningún caso se discutió el carácter progresivo del episodio como hecho fundante de una nueva era en el plano científico y tecnológico. En términos generales los grandes diarios buscaron inscribir el vuelo del 12 de abril en el movimiento de desarrollo científico y tecnológico mundial contemporáneo con sus proyecciones a futuro. Por debajo de este marco general aparece un elemento tensionante, de desigual presencia, consistente en plantear dudas sobre las consecuencias de este tipo de adelantos en manos de un país que, para la Argentina oficial, era considerado antagónico en la guerra de bloques y un pertinaz inspirador del “enemigo interno”. Pero es bueno aclarar que estas dudas se mezclan en las páginas de los grandes diarios con especulaciones sobre que el avance en la nueva etapa de la exploración espacial pudiese favorecer cierta distensión a nivel mundial. El tratamiento en la prensa del PC, identificada fuertemente con el modelo soviético, fue naturalmente más unilateral. Las líneas generales del abordaje que los medios comunistas le concedieron al vuelo de Gagarin son la continuación del tratamiento que se le venía otorgando a los sucesivos jalones de la carrera espacial soviética desde 1957. La asociación entre el hecho científico y la superioridad del sistema económico y social que lo había hecho posible incluía el redoblar la apuesta y contestarle a los que recelaban del aporte de la astronáutica al poderío soviético que la carrera espacial de la U.R.S.S. favorecía un escenario capaz de descomprimir la Guerra Fría. Afirmaciones que se hacían con mayor convencimiento que algunas sugerencias que, en el mismo sentido, salpicaban las páginas de los diarios que no eran de izquierda. Para los órganos del PC los avances de la ciencia socialista estaban al servicio de la humanidad mientras la ciencia en manos del capitalismo norteamericano buscaba reforzar la opresión y la dominación imperialista. Aunque lejos de la identificación absoluta la reivindicación del carácter progresivo de la “invasión” del cosmos se hacía extensivo al campo general de la izquierda incluyendo a algunos espacios más críticos del modelo dominante en la URSS. Como preanunciando una atmósfera contracultural para científica que se acentuaría en los años siguientes algunas lecturas del vuelo del Vostok, mayormente de la gran prensa, pero también en alguna publicación de izquierda, buscaban asociar al optimismo por la exploración del espacio con la posibilidad de contactos con “inteligencias extraterrestres” o en un optimismo, un tanto utópico, en el sentido de poder concretar, a la brevedad, viajes interplanetarios.
Desde el lanzamiento del primer satélite en 1957 lo “espacial” se había convertido en un campo temático de fuerte impacto en el medio periodístico local. Por esa vía había pasado a incorporarse a las inquietudes cotidianas de las mujeres y hombres de los comienzos de los años 60 muy optimistas en el plano científico tecnológico. Creemos que la expansión del imaginario optimista cientificista-futurista creaba una atmósfera mental común en la que podían converger, aunque desde enfoques políticos distintos, lecturas de la realidad liberales, desarrollistas y de izquierda. Sin que ese panorama general unitario pudiese neutralizar la tensión derivada de cierta lógica esquemática instalada con la “Guerra Fría” y los temores a cualquier desborde por izquierda del inestable “consenso” al que adscribían los débiles gobiernos posteriores a 1955. En esa perspectiva podemos constatar que el impacto de este episodio micro, puntual y disruptivo, encuentra puntos de convergencia con las líneas más estructurales de las lecturas de la realidad del momento.
¿Qué relación existió entre el impacto del vuelo espacial (“gagarinmania”) y los conflictos, parciales y generales, que se produjeron en esos días? ¿Significo el conocimiento del episodio un antes y un después en ese sentido? Sin duda durante las semanas anteriores al 12 de abril el país no era un lago de paz en materia de conflictos laborales y en materia de humor social. Eso no quita que la semana que siguió a la “invasión” del espacio fue realmente una semana “caliente” con fuerte incremento de la conflictividad. Como es obvio los conflictos que se verificaron esos días tuvieron su origen en reivindicaciones salariales y sectoriales concretas. Pero desde el miércoles 12 hasta mediados de la semana siguiente las irrupciones de los episodios de la escena mundial colorearon el movimiento social con elementos más autónomos. Las líneas generales con las que el periodismo gráfico trató el episodio reconocían el carácter disruptivo del hecho que marcaba un antes y después. Nos inclinamos a pensar que el acontecimiento que nos ocupa produjo sus efectos más detonantes en el activismo que lo incorporó a un trabajo de agitación basado en una metodología adaptada a ciertas limitaciones que el semi autoritarismo vigente en el país imponía. En la Argentina de los paros sorpresivos, quites de colaboración y ausentismos escolares repentinos, salir a volantear con un panfleto que anunciaba que la, por muchos temida, pero a veces también admirada, “patria del socialismo” había invadido el espacio significaba un capital de cierto peso para exhibir. Principalmente porque alentaba el optimismo de los que los repartían, a la vez, que podía despertar cierta empatía de parte de quienes los recibían. Pensamos en un público no tan receptivo a los discursos basados en sesudas apelaciones programáticas, pero con tendencia a impresionarse frente a episodios inéditos que se interpretaban como un aceleramiento del reloj de la historia. Quizás la mejor prueba de esa empatía difusa sea la incorporación del “incidente Gagarin” y sus consecuencias al chicaneo humorístico político, que dejó sus huellas tanto en la gran prensa, que no veía con buenos ojos los paros sorpresivos y piquetes, como en las publicaciones de izquierda que los alentaban. Insistimos que, en algunos aspectos, la buena prensa de la exploración espacial podía atravesar las barreras ideológicas. Como vimos la conducción política del PC alentaba a su propia militancia a aprovechar el interés que los logros espaciales soviéticos generaban en los jóvenes como un puente para luego poder interpelarlos políticamente. Más allá del momento puntual de la “invasión” el viaje de Gagarin conocido en aquel agitado otoño porteño fue incorporado, como un elemento, vigoroso e impermeable a las objeciones políticas antagónicas, en la densa mitología partidaria de una fuerza política que había depositado sus esperanzas de un mundo mejor en el poderío y los logros de una potencia situada en el otro extremo del mundo.
Por último, quiero agradecer al personal de la Biblioteca del Congreso de la Nación (Hemeroteca); Biblioteca del CEDINCI; Biblioteca IPS Karl Marx; Biblioteca Utopía del Centro Cultural de la Cooperación; Biblioteca del Instituto de Literatura Argentina Ricardo Rojas y Fundación Pluma por la buena predisposición que tuvieron en facilitarme material gráfico y digitalizado. También a dos viejos luchadores como Herman Schiller y Beatriz Rajland por haber aceptado ser entrevistados para aportar sus testimonios. A mi amigo Martin Cremonte por haberme hecho observaciones interesantes sobre el trabajo. A mi amigo y ex discípulo Fernando Murriagui porque este trabajo se relaciona con una investigación que encare para apoyar una iniciativa académica de Fernando. Concluyo recordando que una primera versión abreviada de este trabajo fue presentado para aprobar la asignatura Microhistoria de la Maestría de Historia intelectual de la Universidad Nacional de Quilmes dictada por los profesores Sebastian Carassai y Ana Clarisa Aguero.
Imagen 7. Portada “Conquistas a lo Gagarin”

Portada de folleto de la Fede en 1961
Entrevistas:
Beatriz Rajland, militante de la Federación Juvenil Comunista.
Herman Schiller, militante del Partido Socialista de Vanguardia.
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La Nación. (13 de abril de 1961d). El paso por La Plata, p. 3.
La Nación. (14 de abril de 1961). Un imprevisto paro de transportes, p. 9.
La Nación. (16 de abril de 1961).El comunismo y la accion de gobierno, pp. 1, 5.
La Nación. (17 de abril de 1961). Sorprenden en La Plata una reunion comunista, p. 4.
La Prensa. (10 de abril de 1961). Nuevas expresiones sobre la situación en la universidad, p. 5.
La Prensa (11 de abril de 1961b). Habría enviado la URSS un hombre al espacio, p. 1.
La Prensa. (12 de abril de 1961). Continúa la huelga de estibadores en la junta de granos, p. 12.
La Prensa. (13 de abril de 1961a), Información gremial, p. 15.
La Prensa. (13 de abril de 1961b). Realizarán un paro docentes técnicos, p. 26.
La Prensa. (14 de abril de 1961a). Notificacion del gobierno argentino”, p. 2.
La Prensa. (14 de abril de 1961b). Proyecto de un diputado, p. 2.
La Prensa. (14 de abril de 1961c). Alerta de Ate y Luz y fuerza, p. 26.
La Prensa. (14 de abril de 1961d). Cúmplese parcialmente el paro de transportes, p. 1.
La Prensa. (17 de abril de 1961). Rusia país de astronautas que prohíbe a ciertos ciudadanos un viaje en tren, p. 2.
La Razón. (11 de abril de 1961). Al parecer Rusia lanzo su primer astronauta, p. 7.
La Razón. (12 de abril de 1961a). ¿Cómo son los seres de otros planetas?, p. 2.
La Razón. (12 de abril de 1961b). Por la niebla y el conflicto de señaleros se atrasaron los trenes que convergian a Plaza Once, p. 7.
La Razón. (12 de abril de 1961c). Farmacias privadas, p. 7.
La Razón. (13 de abril de 1961a). La esposa de Gagarin, p. 1.
La Razón. (13 de abril de 1961b). Bajo el espacio recién surcado se abren interrogantes científicos y hay revuelo político, p. 3.
La Razón. (13 de abril de 1961c). En momentos en que el Hombre da vuelta la tierra en 108 minutos, Hay personas en Buenos Aires que Tardan más tiempo en Viajar Desde Flores hasta Plaza de Mayo, p. 11.
La Razón. (14 de abril de 1961a). El espacio en la tierra, p. 1.
La Razón. (14 de abril de 1961b). Cómo se entero la madre de Gagarin, p. 1.
La Razón. (14 de abril de 1961c). Fue mayor hoy el ausentismo de alumnos en los colegios secundarios. Practicamente se trata de una huelga, p. 11.
La Razón. (15 de abril de 1961a). Le salen otros parientes, p. 1.
La Razón. (15 de abril de 1961b). Otro caso más, p. 1.
La Razón. (15 de abril de 1961c). Gagarin, lector de Verne quiere dedicar su Vida al Espacio y visitar Venus y Marte, p. 1.
La Razón. (15 de abril de 1961d). Informaciones gremiales, p. 2.
La Razón. (16 de abril de 1961a). Por las rutas cósmicas ninguna etapa se improvisa y el milagroso viaje se cubre con rigor matemático, p. 5.
La Razón. (16 de abril de 1961b). Fue descubierta en La Plata la actividad de un núcleo de jóvenes vinculados con el comunismo. Hay detenidos y ordenes de Moscú, p. 8.
La Razón. (17 de abril de 1961). En escuelas tecnicas han podido comprobar agitacion extremista, p. 6.
La Razón. (19 de abril de 1961). Yuri Gagarin en Buenos Aires, p. 5.
La Razón. (18 de abril de 1961). Sumario, p. 8.
Moriello, L. (13 de abril de 1961). Influiria en el aspecto militar, Noticias Gráficas, p. 4.
Moriello, L. (14 de abril de 1961).El mundo actual, Noticias Gráficas, p. 9.
Noticias Gráficas. (8 de abril de 1961). Graves desordenes en estación Retiro, p. 12.
Noticias Gráficas. (10 de abril de 1961). Aclamaciones al ilustre visitante, p. 5.
Noticias Gráficas. (11 de abril de 1961a). “¿Concretase la fabulosa hazaña?” Inminente anuncio ruso, p. 1.
Noticias Gráficas. (11 de abril de 1961b). Moscú confirmaría el lanzamiento Hombre soviético al espacio, p. 3.
Noticias Gráficas. (13 de abril de 1961). Un hombre en el espacio y nosotros en la calle, p. 15.
Noticias Gráficas. (14 de abril de 1961). Le ganó a Gagarin, p. 8.
Noticias Gráficas. (15 de abril de 1961). Se dan los ultimos toques para volar a la luna, p. 3.
Noticas Gráficas. (17 de abril de 1961). Mecánicos, p. 5.
Noticias Gráficas. (18 de abril de 1961). Infiltración comunista, p. 10.
Nuestra Palabra. (18 de abril de 1961a). Emeta, (564), p. 8.
Nuestra Palabra. (18 de abril de 1961b). UTA extraordinario triunfo obrero, (564), p. 8.
Nuestra Palabra. (25 de abril de 1961). Esto ocurrió, (565), p. 3.
Nuestra Palabra. (2 de mayo de 1961). Una calle Yuri Gagarin. (566), p. 3.
Nueva Era. (1961a). Significado de la historica hazaña sovietica, (3), 1-4.
Nueva Era. (1961b). El dominio del cosmos y la economía. (4), 39-45.
Nuestro Tiempo. (abril-mayo de 1961). (8), p. 4.
Ovsejevich, L. (2014). Álbum de mi vida. Eudeba.
Palabra Obrera. (23 de abril de 1961). (173), p. 1.
Palabra Obrera. (1 de abril de 1961). (171), p. 4.
Voz Proletaria. (Primera quincena de mayo de 1961), Ante el primer vuelo Cósmico, (232), p. 3.
Voz Proletaria. (Segunda quincena de abril de 1961). Resolución del Buro latinoamericano de la IV internacional sobre el éxito histórico de la ciencia del estado obrero soviético al poner un ser humano en el espacio, (320), p. 8.
Notas:
- Don Guillermo Almeyra había mencionado también sus recuerdos de los días de viaje de Gagarin en sus memorias militantes, ver Almeyra (2013, p. 164). En esta cita incurre en un error de esos que les podemos perdonar a un luchador de toda la vida. Dice que el viaje de Gagarin se había producido en marzo de 1960. En otro pasaje alude a la simpatía con que los obreros de su fábrica se habían enterado del viaje de la perra Laika en el Sputnik II en noviembre de 1957 (Almeryra, 2013, p. 173). ↩︎
- Le debo al luchador por los Derechos Humanos Herman Schiller la siguiente información sobre la “Gagarinmania” de abril de 1961. Me contó que en una sala de cine el público rompió en aplausos cuando el noticiario correspondiente paso una breve reseña del vuelo de Don Yuri. ↩︎
- La corriente del trotskismo posadista sería famosa años después por haber adoptado una serie de tesis bastante audaces sobre la posibilidad de una catástrofe nuclear y la necesidad de acelerar la colonización del espacio. A partir de 1967 haría suyas las hipótesis de un grupo de contactistas italianos de izquierda que cifraban la posibilidad de conseguir aliados para la revolución entre inteligencias extraterrestres. ↩︎
- Gagarin, Yuri; Memorias de un cosmonauta; Bs. As., Ediciones Futuro, 1961. ↩︎
- Le agradezco a la abogada gremial y luchadora social Beatriz Rajland, militante de la Fede en los años 60, la información que me brindó sobre el impacto del viaje de Gagarin y la importancia de la figura del primer astronauta de la historia entre la militancia juvenil comunista de esos años. La Dra. Rajland me relató cómo conoció a Gagarin en un evento durante un viaje de formación a cuadros en la URSS en los años 1967-1968. ↩︎


